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Regístrate y accede a la revistaSegún datos de la ACHS, existe un 75.5% de prevalencia de disfonía en profesores dependientes de la Municipalidad de Santiago. De estos, el 87,8% presentan sólo una disfonía leve que en la mayoría de los casos podría evitarse. Para esto, es fundamental establecer programas preventivos de patología vocal en docentes.
“Como profesionales de la voz nos llama muchísimo la atención que una parte importante de nuestro círculo cercano que se dedica a la docencia presente problemas vocales”, cuenta Soledad Elizalde quien, junto a Geraldine Compagnon idearon un taller de técnica vocal y prevención de disfonías para docentes. Ambas son profesoras de técnica vocal y cantantes, por lo que conocen de cerca la importancia de cuidar la voz.
Según estadísticas de la OIT existe entre un 20 y 80% de probabilidad que un profesor padezca de un trastorno de la voz durante su vida laboral. Y cuando existe una alteración así no podrá realizar su labor de forma correcta lo que, como explican, tiene consecuencias para el profesor, los estudiantes y el ciclo de desarrollo de un año académico normal.
A pesar de que hay personas más propensas a otras a quedar disfónicas, “en la mayoría de los casos se debe a malos hábitos y se le suman los casos de alergias, reflujos, estados emocionales y cuadros crónicos de enfermedades respiratorias, entre otros”, explican las profesoras.
En casos con voz con mucho carraspeo, picazón, una voz sucia, que se entrecorta y es débil, se recomienda visitar a un fonoaudiólogo u otorrinolaringólogo pero, destacan, lo ideal es prevenir. “Los fonoaudiólogos buscan sanar mediante un tratamiento a alguna patología ya existente, nosotras capacitamos para prevenir estas patologías desde la visión de profesionales de la voz cantada que tenemos integrada, y vivimos la técnica vocal día a día”.
En unos días las profesionales dictarán su primer taller, para el que tienen una gran convocatoria de 160 personas. Y es que es difícil encontrar instituciones educacionales que tengan sus propios programas de cuidado. “Es necesario que desde los establecimientos se promuevan espacios de trabajo saludables y apoyen e implementen capacitaciones que prevengan este tipo de patologías, entregando facilidades para que estas se realicen”, explican.
Para los docentes la voz es su principal herramienta de trabajo y con un buen programa de autocuidado se podrían evitar llegar a casos más difíciles. “La prevención o diagnóstico temprano de alguna enfermedad vocal, marca de forma importante el pronóstico y el abordaje de su condición”.
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