Suscríbete a nuestra revista y podrás leer el contenido exclusivo online
Regístrate y accede a la revistaLa dislexia afecta a una de cada 10 personas, pero la estrategia correcta puede ayudar.
La dislexia es uno de los problemas de aprendizaje más conocidos alrededor del mundo. Una de cada diez personas la tienen, de acuerdo a Dyslexia International, una organización sin fines de lucro que desarrolla programas didácticos especializados para tratar esta dificultad.
La creciente concientización acerca del tema ha ayudado a disminuir el impacto que tiene la dislexia sobre el proceso de aprendizaje de los alumnos. Uno de los elementos más importantes en este progreso: Capacitación docente.
Esta ONG afirma que cuando los maestros están entrenados para identificar la dislexia desde sus etapas tempranas, 90% de los niños que la padecen podrán ser educados en un salón de clases regular sin mayor problema.
Para diagnosticar dislexia es necesario el apoyo de un psicólogo profesional, sin embargo, el avance de la tecnología pone a nuestra disposición recursos para detectar si el estudiante presenta síntomas que ameriten acudir a consulta.
Hoy en día, exámenes rápidos por medio de apps ayudan a descubrir problemas de lectura y aprendizaje que pueden ser asociados con la dislexia. Recientemente dos egresados de la UNAM crearon la aplicación móvil Deslixate, que factoriza las fuerzas y debilidades del niño para exponer si existen características de dislexia en su proceso de aprendizaje.
Dytective for Samsung es otra opción, sus contenidos constan de juegos lingüísticos y de atención, la plataforma de inteligencia artificial puede emitir un juicio acerca de qué tan propensa es una persona a la dislexia en tan solo 15 minutos.
Detectar atributos de la dislexia se ha vuelto mucho más fácil y económico en la última década. Los días en que un estudiante podía pasar toda su trayectoria escolar sufriendo esta dificultad de aprendizaje sin diagnóstico oportuno ya pasaron.
Pero una vez que sabemos que un alumno tiene dislexia. ¿Qué podemos hacer como maestros para ayudarle a aprender mejor? Existen tácticas especialmente diseñadas para asegurar un proceso de aprendizaje certero aún en alumnos con dislexia.
Para ayudar a alumnos con dislexia, hay que apelar a métodos que ayuden a mejorar la lectura y los mecanismos de lenguaje. Guiarlos a hacer uso de herramientas que estimulen otras regiones del cerebro para compensar ese peso extra que cargan al momento de aprender a leer y procesar palabras.
1. Aprendizaje multisensorial.
Consiste en reforzar la absorción del conocimiento lingüístico con la inclusión de actividades manuales y ejercicios físicos. Por ejemplo, proyectos de arte en los que el niño forme una palabra con materiales, como fichas o pastas; ir formando una palabra, letra por letra mientras salta la cuerda; organizar un juego en el que se escondan palabras en notas y los alumnos deban buscarlas.
Este enfoque no solamente ayuda a los niños con dislexia, también hace la clase más divertida y fácil de llevar para todos.
2. Uso de herramientas tecnológicas.
Si ya nos apoyamos en aplicaciones para pre-diagnósticos de dislexia, ¿por qué no usar la tecnología también para reducir los obstáculos que conlleva? Recursos como correctores de texto, lectores automáticos por línea que van mostrando el texto en el tamaño y velocidad más amigables para el alumno, teclados con color; existen un sin fin de recursos para convertir la lectura y el aprendizaje lingüístico en algo menos complicado para ellos.
3. Trabajar en conjunto con los padres.
Organizar juntas con los padres para monitorear su progreso y desarrollar una estratagema que tome en cuenta sus fuerzas y debilidades específicas es muy importante.
Cada niño es diferente y la manera en que afecta la dislexia a cada uno también lo es. Los padres pueden ser el mejor aliado del maestro y proporcionar información valiosa para asegurarse de que el método didáctico aplicado funciona o si necesita ajustes.
Es importante recordar que la dislexia no es solamente un problema aprendizaje, también puede causar complicaciones como un alto nivel de estrés y baja autoestima en los niños. Estas situaciones afectan tanto su desarrollo escolar como el personal.
Antes de cualquier método, los elementos más indispensables para ayudar a un alumno con dislexia a ir más allá de su dificultad, son la conversación sensible, la empatía y la constancia. Solo así tendrán la mismas oportunidades que todos los demás en el salón de clases y fuera de este.
Revisa nuestro contenido en todas las plataformas desde un teléfono hasta nuestra revista en papel.
Mantengamos la conversación, búscanos en twitter como @grupoEducar
Tweets by grupoEducarIngresa a nuestra comunidad en Facebook y profundicemos el debate.