Lugares como el Museo Interactivo Mirador (Mim) o el parque Granjaventura son conocidos por los más pequeños como un lugar de entretención, pero lo que no saben es que además de entretener a la vez educan. Ir a parques o museos pedagógicos con los niños es según Paulina Pérez, asociada del Colegio de Psicólogos la mejor manera de “desarrollar las habilidades de los niños”.

En efecto, estos centros de entretención son la mejor manera de distraer a los niños “sacarlos de casa y estimularlos a optar por actividades recreativas, entretenidas y al aire libre”, declara la psicóloga, quien destaca la importancia de estos parques para “educar a los niños en diferentes áreas según el lugar seguir aprendiendo durante las vacaciones y desestrasarse”. 

Si bien la palabra “enseñanza” y “diversión” suenan antagónicas, éstas se complementan muy bien. Pérez explica que “los niños son de movimiento, de risas” razón por la que estos parques son ideales ya que “permiten tener diversas actividades coloridas, estimulantes y entretenidas”.

Museos como MIM son el vivo ejemplo de lo anterior, ya que se ponen a la “altura” de los niños mediante “los colores llamativos, intentan no ser monotemáticos, enseñan diversidad y destreza que los niños pueden probar” por lo que son una “modalidad potente en el aprendizaje mediante la experiencia”, declara la experta.

El uso de espacios libres, como parques, cerros o simplemente un entorno natural provoca “relajación y calma” aspectos que están a favor del aprendizaje, ayudando de esta manera a la “libertad y expresión de los niños, y la unión familiar”, concluye la asociada del Colegio de Psicólogos.

Links:

https://www.mim.cl/

https://www.granjaventura.cl/