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Regístrate y accede a la revistaEste año ha sido el año de la educación inicial. De aquello está convencida la subsecretaria de Educación Parvularia, María José Castro, quien conversó con Revista Educar sobre los principales objetivos a corto y largo plazo de su sector.
Para la subsecretaria de Educación Parvularia, María José Castro, uno de los principales desafíos de su cartera pasa por “integrar la educación inicial al sistema de aseguramiento de la calidad, con la entrada en régimen de la Agencia de Calidad y la Superintendencia; instalar la educación parvularia como el nivel educativo más relevante del sistema educacional en el país e integrarlo a la trayectoria educativa; y, responder a las necesidades de cobertura y de reconocimiento oficial, de manera de entregar a las familias las garantías indispensables de que sus hijos tendrán una educación de calidad en los espacios adecuados”.
A lo anterior se suman, dice, los esfuerzos por mejorar la cobertura del sector y, en especial, la calidad: “Estamos trabajando para entregar programas ligados a esta línea, buscando potenciar el liderazgo directivo y recalcar la importancia de las habilidades parentales en el buen desarrollo inicial de los niños, pues ellas son un complemento relevante de su formación”.
—¿Cuál es la realidad actual de la educación parvularia en Chile?
—Cuando asumimos en marzo, detectamos que existía falta de cobertura en todos los niveles de educación parvularia y un mínimo avance en el sistema de reconocimiento oficial y autorización de funcionamiento de los establecimientos, requisitos clave para contar con recintos educativos de calidad. Si a ello sumamos la ausencia de sistematización en la información relativa al nivel –fundamental a la hora de generar toda política pública–, las grandes diferencias en la entrega de recursos públicos a los distintos proveedores del nivel: Junji, Integra y vía transferencia de fondos, y la institucionalización “en proceso” de la Subsecretaría, nos dimos cuenta de que teníamos enormes desafíos por delante.
—¿Qué evidencia existe sobre la importancia de priorizar la educación inicial?
—Durante los primeros cinco años de vida, se vive un periodo en el cual los niños se desarrollan rápidamente y están en plena construcción los cimientos de todas las formas de competencia posterior. Las habilidades sociales, emocionales y cognitivas de los menores de tres años sientan las bases para su desarrollo y el aprendizaje futuro.
—¿Qué beneficios significa mejorar para los docentes del sector aumentar las horas no lectivas como se propuso en la nueva ley de carrera docente?
—Las horas no lectivas podrían generar espacios de análisis colaborativo de evidencias documentadas, ya sea del proceso de aprendizaje de los niños como del proceso de preparación y despliegue de la enseñanza. En este sentido, las iniciativas de formación continua para educadores y técnicos cobran una vital relevancia en la medida en que sitúen el proceso reflexivo de su propia práctica en relación con parámetros de calidad que la evidencia indica como claves.
Esto, siempre de forma graduada y con focos específicos en una meta; es decir, con el fin de puntualizar la documentación y análisis de evidencias, y posterior reflexión, focalizando los esfuerzos en una dimensión o pauta conductual que la evidencia indique de calidad.
—¿Es necesario realizar una actualización de las bases curriculares?
—Las Bases Curriculares de la Educación Parvularia son el referente que define principalmente qué y para qué deben aprender los párvulos desde los primeros meses de vida hasta el ingreso a la educación básica, según requerimientos formativos que emanan de las características de la infancia temprana, contextualizada en nuestra sociedad. Esto requiere actualización; por eso, esta nueva versión responde a la necesidad de un ajuste respecto del conocimiento sobre el aprendizaje y el desarrollo en esta etapa, además de sumar los aportes en el campo de la pedagogía del nivel de educación parvularia, y los desafíos y oportunidades que generan el fortalecimiento de las instituciones y del entorno normativo relacionado con la primera infancia.
—¿Cuáles son los principales desafíos?
—Hoy, los principales desafíos son integrar la educación inicial al sistema de aseguramiento de la calidad, con la entrada en régimen de la Agencia de Calidad y la Superintendencia; instalar la educación parvularia como el nivel educativo más relevante del sistema educacional en el país e integrarlo a la trayectoria educativa (kínder obligatorio está listo para su aprobación en el Congreso); y, responder a las necesidades de cobertura y de reconocimiento oficial, de manera de entregar a las familias las garantías indispensables de que sus hijos tendrán una educación de calidad en los espacios adecuados. Es decir, posicionar en la agenda pública la educación parvularia como la oportunidad de enfrentar desde el principio la inequidad social. Nuevamente, ‘emparejar la cancha’, como ha dicho el Presidente Sebastián Piñera.
—¿Y que se hará en cuanto a la cobertura?
—Instalar y materializar el proyecto de Ley de Subvención de Educación Parvularia; en el plano de la institucionalidad, lograr de pleno la instalación de los sistemas de reconocimiento oficial y autorización de funcionamiento, lo mismo que la puesta en marcha del Sistema de Información General de Educación, SIGE, para la Educación Parvularia. Y, finalmente, un ítem muy relevante: la calidad. Estamos trabajando para entregar programas ligados a esta línea, buscando potenciar el liderazgo directivo y recalcar la importancia de las habilidades parentales en el buen desarrollo inicial de los niños, pues ellas son un complemento relevante de su formación.
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