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Regístrate y accede a la revistaSegún un artículo sobre el sueño en escolares y adolescentes, publicado en la Revista Chilena de Pediatría, “se sabe que quienes abusan de estos (elementos como TV, equipos electrónicos, computadores) pueden ver mermada su calidad del sueño”. Y a la larga, “los desórdenes del sueño son una causa importante de problemas asociados con el bajo rendimiento escolar, la deserción y el ausentismo”.
La calidad del sueño, según señala el artículo “Sueño en escolares y adolescentes, su importancia y promoción a través de programas educativos” publicado por la Revista Chilena de Pediatría el año 2013, escrito por Patricia Masalán, Julia Sequeida y Marcela Ortiz, facilita la producción de actividades neurovegetativas de vital importancia para la reparación y mantención del organismo.
Asimismo, señala que “la persona que presenta algún trastorno del sueño sufre un cierto tipo de invalidez, que lo induce a disminuir su productividad intelectual, con las consecuencias posibles en términos de la manifestación de un rendimiento escolar precario y el síndrome de déficit de atención e hiperactividad (SDAH) y modificaciones sustantivas en su relación social, expresando irritabilidad, cambios bruscos de humor y mayor vulnerabilidad hacia la adopción de conductas adictivas”. También se ha relacionado la falta de sueño con un aumento de peso, diabetes, depresión y abuso de medicamentos, señala el artículo.
El requerimiento de horas de sueño depende de la etapa del ciclo vital. En la etapa de adolescente, se requieren 9 a 10 horas al día, pero si se produce un retardo en el horario de dormir, esto se refleja también en el despertar.
Sin embargo, en el mismo artículo, se señala que los niños y jóvenes no son conscientes de esto: en un estudio realizado a más de 700 niños, muchos indicaron que los programas de televisión los ayudaban a conciliar el sueño.
¿Qué hacer entonces? Según el artículo, se debieran tomar varias medidas: en primer lugar, “terminar las actividades recrea-tivas, como ver programas de televisión y las actividades de estudio con el computador por lo menos una hora antes de ir a dormir”, y también “crear las condiciones para ver televisión en una habitación distinta al dormitorio del niño o adolescen-te”. También es importante una “rutina de acostarse que se inicia con la definición de una hora específica para dormir, la cual debe mantenerse en el tiempo y, de ser necesario, con la colaboración de la familia”.
Por otro lado, el artículo también otorga una tarea a los docentes: “que enseñen a elaborar planes de autocuidado (en este caso, relacionados al sueño) y que apoyen a los niños y adolescentes en la consecución de tales planes. La labor de los pro-fesores y de los establecimientos educacionales en este ámbito ha ido adquiriendo gran relevancia al tomar la iniciativa de aplicar intervenciones que han tenido la finalidad de sensibilizar a los escolares ante los efectos que conllevan los hábitos saludables y, en este caso, la adecuada higiene del sueño”.
Si quieres conocer todo el estudio ingresa a: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0370-41062013000500012
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