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Regístrate y accede a la revistaSin duda la educación tiene muchos desafíos, ya no basta con la entrega de información, porque es posible encontrarla disponible en la web. Entonces, los alumnos hoy deben saber qué hacer con esa información. Una manera de ayudar a que los alumnos manejen información pertinente, es la práctica de debates.
La educación escolar tiene como objetivo, no solo dar instrucción académica, sino que además preparar a los alumnos para la vida cívica, con habilidades y conocimientos.
Una buena herramienta, cada vez más usada son los debates escolares. Hay campeonatos organizados por Universidades y cada vez son más los colegios que dedican tiempo a desarrollar habilidades en sus alumnos, para participar de debates.
Los beneficios son que “…mejora las habilidades de pensamiento crítico, así como el pensamiento lógico y analítico; permite mejorar las habilidades intelectuales, mejora la oratoria, ayuda en formar habilidades actitudinales”. Así lo señala Max Murath, abogado penalista, que ha trabajado en el área de debates en la Universidad de Los Andes.
Agrega que específicamente, con el proceso de preparación de los debates, “los alumnos mejoran su conocimiento específico sobre algo, además mejoran la capacidad de investigación, y finalmente ayuda a crear hábitos virtuosos”.
Actualmente el sistema escolar no contempla dentro de su currículo, la realización de debates, Murath advierte que incluso el sistema entrega muy pocas posibilidades de desarrollar habilidades que permita a los alumnos participar adecuadamente de un debate. Es más, a juicio del abogado, los alumnos “hoy tienen poca capacidad de discriminación de la información útil para el debate y tienen falta de argumentación rigurosa”.
«El debate es una herramienta para construir conocimiento no para cuestionarlo»
Expertos en la materia, coinciden en que es necesario que cada vez más los alumnos aprendan a participar en debates, y que eso, puede ser decisivo a la hora de la búsqueda de trabajo. Una empresa podría priorizar a aquellos que tienen experiencias en este tipo de actividades ya que según lo explica Max Murath, se desarrollan “las habilidades blandas, y en especial la capacidad de improvisación, rapidez mental, argumentación y capacidad persuasiva”.
Para que un profesor logre el desarrollo de estas habilidades en sus alumnos es necesario que se presente la actividad “con la idea de que el debate sirve para buscar la verdad sobre algún tema en discusión y explicar que el debate es una herramienta para construir conocimiento no para cuestionarlo” señala el abogado.
Un aspecto importante que esta práctica permite, es que los alumnos afianzan la seguridad en sí mismos, son personas adultas más seguras, y además, más abiertas a nuevas ideas. Un debate no debe ser visto como una pelea de ideas, sino como la posibilidad de aprender a escuchar al otro, evaluar ideas propias y la de los otros y llegar a conclusiones, que permitan generar nuevo conocimiento.
El desafío es incluir esta práctica en el currículo, o como parte esencial de la formación de los alumnos, en la preparación para la educación superior y/o para la vida laboral.
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