Se nota su pasión por el deporte y los lindos recuerdos que mantiene de la directora de su escuela en Puente Alto. Está convencida de que el deporte es un gran arte que permite educar y formar a las personas.

Erika Olivera de la Fuente nos sorprendió a todos cuando asumió en marzo pasado como flamante diputada por el 9º Distrito en la Región Metropolitana de Santiago, cargo que deberá desempeñar hasta el año 2022.

Nos tenía muy acostumbrados a sus triunfos y logros deportivos. Es atleta de corazón, maratonista olímpica, Ingeniera de Ejecución en Administración de Empresas y, ahora, diputada independiente.

Nació en Santiago de Chile, el 4 de enero de 1976, y está casada con el también deportista Leslie Encina Quintana, con quien tienen cuatro hijas y un hijo. Develamos con ella sus años de escuela y los recuerdos que atesora en su corazón.

—¿Cuál es su mejor recuerdo de la época escolar?

—En octavo básico, recuerdo con mucho cariño el gran apoyo de la directora de la Escuela D-621 de Puente Alto.

 —¿Alguna anécdota o chascarro?

—En séptimo básico, cuando nos fugamos del Liceo.

—¿Cómo definiría su conducta en el colegio?

—Era callada y tímida. Pero rebelde a la vez.

—¿Qué memorias atesora de esa época?

—Disfrutaba mucho del cariño de mis compañeros en la enseñanza media y esos recuerdos los mantengo hasta el día de hoy…

—¿Recuerda a algún profesor en particular?

—Aída Pulido, quien era mi profesora jefa de enseñanza media.

—¿Se considera una buena lectora?

—A veces.

—¿Última película que vio?

—“Una chica danesa”.

—¿Le gusta el séptimo arte?

—Sí, me gusta. Pero agregaría además el deporte, ya que este también es un arte y una forma de expresión. El deporte une a la cultura y la arquitectura. Porque somos arquitectos de nuestro cuerpo y mente. Y cultura porque a través de esta educamos. El deporte sirve como poesía. Existe en el cine, en la fotografía y en la pintura. Por eso, me encantaría un octavo arte que fuese llamado “Deporte”.