Chile es uno de los países más endeudados de latinoamérica. En abril pasado, el Banco Central informó que más del 70% de los hogares chilenos están endeudados. 

Para hacer frente a este mal indicador, como en tantas otras áreas, se ha visto que la enseñanza en edades tempranas tiene mejores efectos. Por eso, en las comunas de Conchalí, Estación Central y Nuñoa, se inicia el plan piloto del programa “Sueña, ahorra, alcanza”, que busca enseñar educación financiera a niños de kínder.

Se busca desarrollar habilidades básicas en niños de edad preescolar, que le permita tomar buenas decisiones para alcanzar sus metas. Estas habilidades pueden tener impacto en la salud física, como en la educación financiera. La idea es, a través de los niños, llegar a sus cuidadores, ya sean padres u otros, para que haya un mejor bienestar financiero en las familias.

Liderado por el MINEDUC, y ejecutado por Fundación Chile, “Sueña, ahorra, alcanza”, usa una pedagogía lúdica, con la que se enseña a los niños habilidades ejecutivas, de autorregulación, postergación de gratificación, planificación, resilencia, además de enseñarles a los niños a diferenciar entre deseos y necesidades. Estos aprendizajes van de la mano con las habilidades del siglo XXI, como el pensamiento crítico, la creatividad, la comunicación y la colaboración.

Carolina Casas, directora de Educación e Impacto Social para América Latina de Sesame Workshop señala que “… los comportamientos financieros no están asociados a conocimientos específicos, sino que a ciertas actitudes y habilidades que se empiezan a gestar desde muy temprano”. Por ejemplo el control de impulsos, que es lo que permite tomar decisiones en función de una meta, y no en la búsqueda de satisfacciones inmediatas, es algo que se gesta desde edades tempranas explica Carolina Casas.

Chile es el sexto país en incorporarse a esta iniciativa, luego de México, Brasil, India, China y Japón. Durante tres años se ha trabajado con establecimientos de Viña del Mar, Colina y Puente Alto.

Una evaluación de impacto del programa, en cuatro países, dentro de los que participaron México y Brasil, identificó en ambos casos latinoamericanos, diferencias estadísticas significativas, respecto de las capacidades de los niños en cuanto a empoderamiento financiero.
Para la directora de Educación e Impacto Social para América Latina de Sesame Workshop, Chile tiene la ventaja, que no se da en otros países, de que el programa se desarrolla en dos años.

Además destaca la articulación del sector sin fines de lucro y el sector gubernamental, por asegurar que el currículo educativo de los niños contribuya al desarrollo de habilidades que van a necesitar en esta nueva era. “Cuando hablamos de habilidades del siglo XXI, no todos los sistemas educativos están preparados para desarrollarlos y esta oportunidad que se abre, muestra una intención clara de llevar la evidencia a la práctica, y asegurar que la totalidad del sistema educativo tenga acceso a esas buenas prácticas”, señala Carolina Casas.