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Regístrate y accede a la revistaEl bodegón es un género pictórico que representa objetos inanimados de la realidad, pueden ser naturales, como animales de caza, frutas y flores, o hechos por el hombre tales como utensilios de cocina, de mesa o de casa. También se utilizan antigüedades, libros, joyas, entre otros elementos. Podemos registrar los inicios de este género en las tumbas del antiguo Egipto, cuando adornaban estos lugares con objetos relacionados con comida y vida doméstica, en la creencia de que se hicieran reales en el más allá, asegurando el bienestar del muerto en la otra vida. Existen, además, manifestaciones plásticas de este tipo en la cultura mesoamericana, relacionadas con el culto a la comida, cosecha y siembra. También estuvo presente en la Roma clásica, como, por ejemplo, en los murales de Pompeya.
Es durante el siglo XVII, bajo el contexto de la Reforma Protestante, cuando el bodegón aparece como un género independiente, antes de ello, sólo formaba parte de composiciones más grandes.
Francisco de Zurbarán (1598-1664), fue un artista del Siglo de Oro español, amigo de Diego Velázquez e influenciado en sus comienzos por la obra del tenebrista Michelangelo Caravaggio. Se destaca como un pintor de arte religioso contrarreformista, en cuyas obras la realidad es representada minuciosamente, utilizando intensos efectos de luz y sombra para lograr el valor escultórico de cada pieza retratada. En esta ocasión analizaremos su obra “Bodegón con cacharros” (1650), donde Zurbarán representa tres elementos de alfarería sevillana y tres piezas de metal, sobre un fondo totalmente negro. Las piezas resaltan desde este telón oscuro gracias al efecto luminoso sobre ellas, otorgándoles un valor casi místico y espiritual, a objetos de uso cotidiano.
Todas las tendencias artísticas sufren actualizaciones, ajustándose a su contexto, y el bodegón no es la excepción. Sobre ello conocemos la obra de los artistas contemporáneos Tim Noble (Reino Unido, 1966) y Sue Webster (Reino Unido, 1967). Noble y Webster trabajan de manera colaborativa y han sido catalogados como “los niños terribles” del arte actual, por los temas abordados en sus obras que se mezclan con una actitud punk y crítica sobre una sociedad altamente consumista. Este pensamiento se ve reflejado en sus “Shadow sculptures”, un grupo de obras en donde los artistas toman elementos de la vida cotidiana (como basura doméstica, chatarra e incluso animales en taxidermia), superponiéndolos de manera que la basura, la luz y la proyección de la sombra a la pared terminan por mostrarnos una imagen totalmente diferente.
Actividad recomendada para estudiantes de segundo ciclo básico
Se les presenta a los estudiantes la serie de obras “Shadow sculptures” de los artistas Tim Noble y Sue Webster. Tras observar sus obras, se solicita la ayuda de los alumnos para recolectar en el entorno cercano o en el mismo colegio, objetos de chatarra, en desuso o basura. De manera grupal, se utilizarán las mesas de la sala de clases para componer sobre ellas con los elementos encontrados, luego se oscurecerá el espacio y se proyectará una luz al muro, para realizar el mismo ejercicio que estos artistas británicos.
Para finalizar, cada grupo debe presentar su trabajo y comentar su creación propiciando la reflexión crítica entre los compañeros.
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