En Chile la Enseñanza Media Técnica Profesional (EMTP) es la modalidad de educación responsable de entregar a los jóvenes una formación integral en el ámbito de una especialidad que facilite su inserción laboral, así como también la continuación de sus estudios superiores.  Este tipo de formación, a diferencia de la Enseñanza Media Científico-Humanista (EMCH), con una clara orientación hacia la formación académica o general, tiene una orientación más vocacional enfocada a un campo ocupacional específico.

Los datos de Mineduc señalan que 4 de cada 10 jóvenes elige un liceo técnico profesional, pero en la Educación Pública el 56% opta por esta modalidad.  Quienes cursan la Enseñanza Media Técnica Profesional provienen de los quintiles inferiores de ingresos y reportan indicadores de logro educacional de entrada más bajos en relación aquellos que siguen la Enseñanza Media Científico Humanista.

Pero, la Educación Técnica pareciera ser la pariente pobre del sistema educativo, hace poco que se anunció el aumento en la cobertura de gratuidad en IP y CFT, pero la educación técnica a nivel de Enseñanza Media, tiene aún mucho por avanzar en calidad, diversificación y pertinencia.

Según el MINEDUC, los alumnos que escogen una carrera técnica en los últimos años del colegio (III y IV Medio), con la intención de seguir estudiando más adelante, y poder trabajar paralelamente, a veces ven dificultado esta opción que en algún momento les pareció tan lógico. Esto porque los IP y CFT no siempre otorgan la oferta académica para que esto se realice.

Ambos niveles educativos, el secundario y terciario,  están débilmente conectados tanto en términos institucionales como curriculares, lo que dificulta el tránsito de los egresados de la modalidad técnico-profesional al sistema de educación superior. Menos del 40% de los egresados de EMTP, ingresa a la Educación Superior en los primeros dos años.

Un problema del que habla Patricio Traslaviña, director del Programa Técnico Profesional de Fundación Chile,  es que los liceos de la EMTP trabajan un marco curricular y con planes y programas de estudio asociados desajustados a las pertinencias del mercado laboral actual.

“Hay colegios que tienen muy buenos docentes, son buenas personas, pero trabajan con tecnologías obsoletas. Hay empresas que toman a los alumnos egresados de EMTP y los someten a una capacitación, que en realidad es un reseteo. En el fondo le dicen que todo lo que aprendió en el colegio no sirve, es como poner a alguien que viene de la agricultura a trabajar en una mina” señala Traslaviña.

En cuanto la tasa de titulación de la EMTP, un porcentaje importante de sus egresados no se titula, porque no realiza su práctica profesional. Es necesario que los liceos TP se hagan responsables de asegurar este espacio de formación de sus alumnos en las empresas, como una manera de propiciar que la formación que imparten se vincule a los  requerimientos del mercado.

Patricio Traslaviña señala que “… en la EMTP existen problemas de calidad, de recursos, de infraestructura, pero también de políticas públicas, que en definitiva tiene  a este tipo de educación, en el segmento bajo de la formación”.