Cada final de año muchas familias se ven enfrentadas a situaciones de mucho estrés, al ver que su hijo está en situación académica que podría llevarle a repetir de curso. Esto ahora no tiene que ser así, y es que por medio de un decreto, el Ministerio de Educación ha determinado que se elimina la repitencia automática a partir de 2019.

Hasta ahora, los alumnos repiten por no alcanzar niveles mínimos de asistencia a clases, o por no tener calificaciones suficientes. Con el decreto del MINEDUC, si un alumno no tiene notas suficientes, es un consejo, formado por profesores, que determinará si el alumno está  o no en condiciones de pasar de curso, aun cuando no tenga buenas notas.  

Si bien la repitencia no se elimina del todo, la idea es que ahora sea vista como una media excepcional. Desde el MINEDUC explican que lo que se espera, es que sea en base a una decisión más amplia, integral y profesional de parte de los docentes y profesionales que han participado en el proceso de aprendizaje del estudiante, y no un resultado automático como lo es en la actualidad.

Esto se deberá hacer a partir de variables pedagógicas, socioemocionales y del contexto del estudiante, para determinar la mejor solución para el aprendizaje y desarrollo del menor. Lo que se busca es evitar los efectos negativos que tiene la repitencia, como la desmotivación, el tener que cambiarse de colegio,  lo que mucha veces lleva a la deserción escolar.

Ernesto Treviño, Director del Centro UC para la Transformación Educativa, señala que “La repitencia intenta ser una medida remedial que no funciona como tal. Toda la evidencia disponible indica que la repitencia, que teóricamente tendría como propósito intentar mejorar el rendimiento, está asociada a menores logros académicos y al abandono de la escuela. Por tal motivo, este cambio iría en la dirección correcta. Sin embargo, para lograr el cometido de mejorar las oportunidades de aprendizaje y los logros, es indispensable que las comunidades escolares se enfoquen en medidas preventivas para evitar la repitencia”.

Los colegios, con esta medida, se ponen nuevos desafíos, y es que aunque los alumnos no puedan repetir por inasistencias, es necesario que los alumnos sí asistan al colegio, el proceso de enseñanza aprendizaje no es óptimo si los alumnos no están suficiente tiempo en clases.

Además, pone el desafío que los colegios y los profesores en especial, conozcan a sus alumnos, conozcan el medio en el que viven, apara así entender y poder dar el apoyo respectivo cuando se ha evidenciado que el aprendizaje no óptimo.

Los consejos de profesores que deberán determinar la repitencia o no repitencia, son una buena medida aunque no suficiente, y como lo explica Ernesto Treviño “…todos los estudiantes que tengan bajo rendimiento académico deberían recibir apoyo especializado, temporal y efectivo para superar las dificultades que enfrenten. En este sentido, las escuelas y estos consejos de profesores deberían comprometerse con medidas que mejoren el desarrollo integral de los estudiantes, especialmente de aquellos con menor rendimiento académico. Si los consejos solamente funcionan como tribunal y no se diseñan medidas específicas de apoyo, poco cambiará en términos de oportunidades para los estudiantes más desaventajados”.