La PSU, que sustituyó a la PAA (Prueba de Aptitud Académica), hoy recibe las mismas críticas que su antecesora. Que no mide efectivamente capacidades, que no predice efectivamente el éxito en la Universidad, y que deja fuera alumnos con capacidades pero sin recursos para poder prepararla en un Preuniversitario. 

Conocimientos, a juicio de los críticos del sistema, no es lo mismo que capacidades. Saber muchas cosas o en especial lo que pregunta la prueba no quiere decir que el alumno tenga las capacidades y aptitudes para estudiar una carrera.

La crítica hoy viene desde José Tomás Mijac Pasini, alumno con puntaje nacional de Historia y Geografía “no me garantiza el éxito en la universidad”. El año pasado, Valentina Norambuena, doble puntaje nacional (matemática y ciencia) también señaló que la prueba tiene fallas, ella indicó en su momento que hay un factor suerte en la prueba, lo que genera muchas dudas en quienes la rinden.

Todo sistema puede ser perfectible, y sin duda la PSU es uno de ellos. El rector Aldo Valle, Vicepresidente del Cruch, señala que este organismo evalúa cada año la validez predictiva de las diferentes pruebas PSU, y si bien hay diferencia de rango,  todas cumplen con estándares internacionales y se garantiza su confiabilidad.

Respecto a lo planteado por el alumno Mijac, el rector Valle señala que en general “hay una correlación muy positiva entre los resultados obtenidos en la prueba de Selección Universitaria y la progresión y logro en la educación superior”.

Aldo Valle adelanta que en el Cruch han acordado realizar un estudio durante el primer semestre de 2018,  para incorporar cambios a la PSU que permita corregir aquello que pudiera tener algún sesgo en la evaluación de los alumnos. Esto, obviamente con análisis técnicos y estudios validados.

La separación que hacen los críticos de la PSU, de conocimiento y aptitudes, es en cierta medida ficticia. Un alumno que puede adquirir conocimientos es porque cumple con al menos las mínimas exigencias de aptitudes para la educación superior.

Educación Escolar segregada

El rector Aldo Valle, aclara que si bien se puede mejorar la manera de evaluar las aptitudes en el proceso de selección universitaria, hay conocimientos básicos que los alumnos deben tener para ingresar a estudiar una carrera. El problema que existe hoy, a juicio del rector, es que hay mucha diferencias en la educación escolar, ésta es muy segregada. “los contenidos que se evalúan en la PSU  no se desarrollan de la misma manera en los diferentes establecimientos educacionales. Esto nos exige a evaluar técnicamente, la posibilidad  de ajustar los contenidos a evaluar en la prueba, manteniendo  un cierto mínimo crítico”.

Un alumno necesita conocimientos de matemática elemental para estudiar por ejemplo una ingeniería, si un alumno no llega a la Universidad con este conocimiento , lo que se hace, a juicio del Vicepresidente del Cruch, es diferir el problema, y será la institución que lo reciba quien va a tener que resolver ese déficit.

Por otro lado, es necesario evaluar aptitudes al inicio, porque sin ellas, lo que se hace es posponer la perdida de interés o la frustración que va a encontrar el estudiante en una carrera para la que no tiene las aptitudes, señala.  

Se requiere de uno y otro componente, y encontrar la forma de medir ambos efectivamente es el desafío que se plantea el Cruch.  Por ahora, los resultados de la prueba reflejan el sistema educacional segregador de la educación chilena, que a su vez es reflejo de la sociedad. La concentración de la riqueza, por ejemplo, se ve en los resultados PSU. Además de las diferencias de acervo cultural y de formación familiar, como son la disciplina y el esfuerzo para lograr metas. “una prueba que no refleje esta realidad sería cuestionable desde el punto de vista de su idoneidad”, señala Aldo Valle.