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Regístrate y accede a la revistaLa prueba PISA revela que alumnos chilenos tienen dificultades para trabajar en equipo, lo que podría deberse entre otras cosas, a que tienden a confiar menos en las personas que las generaciones anteriores. Más de la mitad se declaran independientes lo que podría redundar en esta incapacidad revelada por la prueba internacional
El Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe PISA, por sus siglas en inglés, Programme for International Student Assessment; es un estudio llevado a cabo por la OCDE a nivel mundial que mide el rendimiento académico de los alumnos en matemáticas, ciencia y lectura. Su objetivo es proporcionar datos comparables que posibiliten a los países mejorar sus políticas de educación y sus resultados.
El estudio se basa en el análisis del rendimiento de estudiantes de 15 años a partir de unos exámenes estandarizados que, desde el año 2000, se realizan cada tres años en diversos países. Desde el año 2015 PISA evalúa la resolución de problemas en equipo, es decir, la capacidad para involucrarse en un proceso por el cual dos o más personas intentan resolver un problema.
Esta vez dicho informe reveló que los alumnos chilenos si bien muestran una valoración de las relaciones interpersonales por encima del promedio OCDE, el 42% tiene resultados bajo el nivel 2, lo que significa que son estudiantes que muestran graves deficiencias en su capacidad para trabajar en equipo. En la OCDE este porcentaje es del 28%, mientras que en Latinoamérica alcanza el 59%.
Para resolver problemas en equipo, según PISA, es importante poseer conocimiento y capacidades cognitivas, pero también la capacidad de relacionarse con otras personas. Colaborar requiere comunicarse para llegar a comprenderse, lograr acuerdos en metas comunes y formas de alcanzarlas.
Según Nicolás Diban de Haab Consulting, hoy en día alumnos de pregrado en las universidades, no hacen trabajos en equipo, sino que trabajos en grupo. Se dividen las tareas y al final unen lo que cada uno hace. Para el couch ejecutivo, el trabajo en equipo permite la retroalimentación, la construcción de nuevas cosas y eso se pierde cuando no se es capaz de trabajar de manera colaborativa.
Diban señala además que “la generación millennials, es más conectada con los que están lejos, y poco conectada con los que están cerca. Virtualmente es más fácil decir lo que no me atrevo a decir presencialmente, la crítica positiva y la crítica negativa es más fácil por redes sociales. Pero conectar con otro en persona es amenazante. Los jóvenes hoy son ambivalentes para relacionarse, lo que hace más difícil su capacidad de conectarse y poder desarrollar trabajos en equipo”.
Así los desafíos de la educación van cambiando, si bien siguen siendo necesarios los conocimientos, hoy en día toman relevancia las habilidades sociales y de comunicación de los alumnos.
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