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Regístrate y accede a la revistaCercana a sus alumnos, comunicativa y una maestra que realiza planificaciones con objetivos y metas concretas es la definición de sí misma que hace la profesora Gloria Menares Vilches, profesora de Química del colegio Fundación Educacional Fernández León (San Antonio), quien hace pocos días recibió de manos del rector de la Universidad Católica de Chile el premio Educiencias, Ignacio Domeyko 2017 como la mejor docente de su especialidad en el país.
Gloria Menares Vilches, trabaja en el colegio Fundación Educacional Fernández León (San Antonio) y fue galardonada «por la pasión que demuestra en la enseñanza de la química, el positivo impacto que ha generado entre sus estudiantes, así como su permanente interés en crear actividades para que los alumnos participen más allá de la sala de clases”, le señalaron el día de su premiación. En exclusiva entrega las claves que la hicieron merecedora de esta distinción.
—¿Quién es la profesora Gloria Menares Vilches?
—Una maestra cercana a mis alumnos que busca obtener con ellos logros, desde la sala de clases y fuera de ella. Tengo una buena comunicación con mis estudiantes, lo que me permite ir conociendo sus avances, dificultades, intereses, inquietudes y capacidades; siempre en un ámbito de respeto y compromiso hacia el proceso enseñanza aprendizaje.
En mis clases busco proponerme metas concretas hacia cada grupo de alumnos, atendiendo principalmente a las características que presentan en sus formas de aprender. Por ejemplo, algunos de ellos son más lúdicos, otros más prácticos, otros más académicos, otros más competitivos (en el buen sentido de la palabra), otros son más solidarios, otros más afectivos. Independientemente de sus características, les inculco el respeto entre pares, para que todos “aprendamos de todos”, así logro un ambiente de confianza y seguridad que les permite acrecentar su autoestima y confianza en las formas de aprender. Además, cuando se están iniciando en el aprendizaje de la asignatura, les aplico un ticket de intereses muy sencillo, que consiste en preguntarles dos cosas:
— ¿Cómo son sus clases de Química?
—Busco siempre el poder relacionar la química con la vida cotidiana de mis alumnos. Les presento los resultados, los discutimos, mediamos y seleccionamos las actividades que más les gustaría realizar en las clases lectivas, como por ejemplo actividades didácticas, experimentos sencillos, juegos, presentaciones en ppt, guías, modelización, trabajos grupales. De ésta manera direcciono mis prácticas enfocándolas hacia los intereses e involucramiento de los estudiantes en su propio proceso de aprendizaje. En síntesis, los hago partícipes del proceso enseñanza aprendizaje.
También les hablo de las expectativas vocacionales que pueden alcanzar trazando un proyecto de estudiante, a través de la realización o participación de actividades como: talleres, academias, olimpiadas, escuelas de verano y de invierno, congresos y ferias científicas, entre otros, que les permita forjar su futuro en el ámbito personal y profesional.
Periódicamente acostumbro a cuestionarme y reflexionar acerca de mis prácticas y logros con los alumnos, ejercicio que me ha permitido mejorar y readecuar mis estrategias y metodologías en la enseñanza de las ciencias.
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