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Regístrate y accede a la revistaRebeca Molina, directora de una ONG, nos entrega algunos consejos prácticos para que los colegios fomenten la asistencia a clases de sus alumnos.
“Es importante mejorar la asistencia de los alumnos a clases porque es la base del aprendizaje: no importa cuánto invirtamos en educación ni cuánto se perfeccionen los profesores; si los alumnos no están, no aprenden”, asegura Rebeca Molina Larraín, Directora de PRESENTE, organización cuyo foco es mejorar los niveles de asistencia.
A continuación, Rebeca nos entrega algunos consejos prácticos para que los colegios fomenten la asistencia a clases de sus alumnos:
Devolver a la asistencia el sentido pedagógico: mirarla como un elemento clave para el aprendizaje y no como una cifra administrativa. Esto implica que debe ser un tema relevante para el director, coordinadores académicos y profesores, y de todos quienes trabajan en el colegio. No puede ser un tema solo de inspectoría.
Ayudar a los apoderados y alumnos a conectar la asistencia con sus sueños y metas a futuro. La asistencia no es una norma sin sentido sino la base de la formación. Todos los miembros de la comunidad escolar deben conocer las consecuencias del ausentismo crónico en la vida de los alumnos. Solo si encuentran sentido a ir a clases van a buscar superar las dificultades que les llevan a faltar. En este sentido, es útil mostrar a los apoderados y alumnos todo lo que pierden al faltar y cómo, con solo faltar un 10% del año pueden perder hasta dos años de escolaridad.
¡Mirar la asistencia individual! no quedarse con el promedio de asistencia sino que identificar cuántos alumnos tienen ausentismo crónico (han perdido un 10% o más de los días de clases).
Identificar las razones de fondo que llevan a los alumnos a faltar. No quedarse con las sensaciones o las primeras respuestas. No debemos quedarnos tranquilos por el hecho de que el alumno cumpla con el requisito administrativo de justificar la ausencia. Dicho de otro modo, preguntarnos ¿por qué falta realmente? más que ¿justificó su ausencia?
Recordar que la asistencia es un hábito que se educa. El hábito no se logrará si buscamos promover la asistencia solo en base a normas, incentivos y castigos. Se debe educar, practicar y reconocer.
Además, en invierno recomendamos:
Generar en el colegio las condiciones para que los alumnos estén bien y valga la pena ir a clases, y comunicarlo a los apoderados. Por ejemplo: asegurarse que no se suspendan pruebas y que las clases se hagan. Ventilar salas para evitar contagios. Promover que los alumnos lleven ropa de cambio por si se mojan. Debemos tener en cuenta que muchos alumnos faltan porque sus apoderados sienten que en el colegio no están las condiciones dadas para que sus hijos estén bien en días de frío y lluvia.
Reconocer que en invierno cuesta más ir a clases por el frío y la lluvia, pero plantearlo como un desafío a los alumnos. A los papás, invitarlos a ver esas condiciones como dificultades que ayudarán a sus hijos a desarrollar la fortaleza que les ayudará para enfrentar problemas mayores en la vida adulta.
Finalmente, y como decimos en PRESENTE, mostrar en todo momento que ¡la asistencia sí importa!
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