Por Luz Edwards

El casco histórico de Iquique es un barrio que mantiene edificios antiguos de la época de la explotación salitrera y bien conservados gracias a un programa de recuperación histórica. Caminar por esas calles ya es un panorama cultural al aire libre muy entretenido y se pueden ir haciendo paradas en lugares emblemáticos como la Plaza Prat, el Teatro Municipal, el Paseo Baquedano, el Museo Regional, el Museo del Salitre, el Palacio Astoreca y el Museo Militar y Naval. 

En el casco antiguo también hay cafés y restaurantes, pero lo más recomendable para almorzar es el Mercado de Iquique, que funciona desde 1930. Actualmente son más de cien locales de venta de frutas, verduras, flores, abarrotes, carnes, y también hay lugares donde comer. Destacan las “juguerías” donde se ofrecen mezclas como leche de mango, o jugo de naranja y mango. Hay muchas “picadas” donde comer rico y barato, preparaciones con pescados de la zona y también comida peruana y ecuatoriana. El mercado es un lugar lleno de historia y de colores, frutas diferentes y personas de distintos países.