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Cambios en la nueva política docente, baja en la educación municipalizada, magros sueldos de los profesores, brecha en la calidad, mediciones internacionales son algunos de los temas que están moviendo la agenda educativa. Esas problemáticas formaron parte del discurso y de las prioridades de algunos secretarios de Estado. Vale la pena recordar lo que nos dijeron en sus entrevistas y conocer la visión del actual Ministerio de Educación.
Por Marcela Paz Muñoz Illanes
Desde el Ministerio de Educación, conversó con Revista Educar el actual director ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, Carlos Henríquez, quien nos señaló que a pesar de haber alcanzado algunos avances en materia educacional a lo largo de estos años, “los desafíos actuales ya no son los de antes y son difíciles de implementar, debido a que requieren de una arquitectura para convertir a la educación en un derecho y las mayores capacidades de los distintos actores del sistema, además de liderazgo y sinergia. Sin embargo, es necesario no solo avanzar en los aprendizajes como los conocemos de manera tradicional, sino abrir un mundo de oportunidades a través de las ciencias, artes, formación ciudadana y otras materias de interés de cada niño con el fin de que lo central y fundamental sea educar para la vida y vivir en comunidad”.
A su juicio, “los docentes son fundamentales en cualquier proceso de reforma al sistema escolar, ellos están al centro del proceso, donde la calidad de la educación se juega, fundamentalmente, al interior de la sala de clases. Los docentes son los líderes pedagógicos que tienen el rol principal de desarrollar los aprendizajes de los estudiantes, desde una perspectiva integral”.
Carlos Henríquez es un convencido de que para tener estudiantes con aprendizajes integrales, “los profesores son centrales y el desafío es apoyar la labor que realizan, pero la responsabilidad de todos los adultos es también importante, ya que educar es un desafío de la sociedad y no solo del establecimiento. Desafío que queremos aportar desde la Agencia Calidad de la Educación”.
Una mirada al pasado
Esta visión ya era compartida por José Pablo Arellano, economista, académico, investigador, consultor y político chileno, quien fue ministro de Educación en el gobierno del ex Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle (desde 1996 al 2000). Mientras desempeñaba ese cargo, se dirigió a los lectores de Revista Educar, a través de una carta en la cual señalaba como prioritario el compromiso del Gobierno con la educación y contaba: “La educación es nuestra primera prioridad y por ello estamos impulsando una reforma educacional”.
Hablaba en esa carta acerca de una nueva reforma a la educación chilena que incluía, además de la extensión de la jornada, “un fortalecimiento de la profesión docente, para generar condiciones que permitan desplegar la creatividad en los establecimientos que trabajan”.
Mencionaba también reformas a las carreras de pedagogía, “para que los nuevos profesionales sean capaces de crear respuestas siempre específicas que requiere cada establecimiento y grupo de alumnos en particular”.
Mariana Aylwin, quien fue ministra entre los años 2000 y 2003, en el gobierno del Presidente Ricardo Lagos, ha seguido muy vinculada a la educación. La entrevistamos en el año 2011 y en esa oportunidad estaba muy clara sobre los desafíos de la que fuera su cartera. “Tenemos mejores resultados en las pruebas internacionales, mejor cobertura en el sistema escolar en Latinoamérica y esa participación en mediciones internacionales, muestra que no solo hemos sido uno de los países que más han avanzado, sino también quienes más hemos reducido la brecha educacional respecto a la calidad”.
Dijo estar preocupada por los profesores. “Nos faltan recursos humanos para asumir ese gran objetivo. Si tenemos docentes que no saben enseñar lo que hay que enseñar, nuestro principal desafío se refiere a ese sector, al recurso humano. Para ello se requieren adecuaciones institucionales”.
Mientras se discute la importancia de contar con buenos profesores, en esa entrevista ella ya lo señalaba. “Es necesario reforzar la labor de los profesores, el cambio y mejoramiento de la educación chilena pasa principalmente por ese aspecto. Ello es clave. Desgraciadamente, ese tema no ha estado en las discusiones que hemos tenido en nuestro país acerca de la educación. Se necesita, por ejemplo, fortalecer la formación docente, regular la educación superior y mejorar los sueldos, entre otras cosas”.
La baja de la matrícula en la educación municipal es un tema que ya inquietaba cuando era ministra. En esa entrevista dijo: “Los municipios están asumiendo una función de apoyo a la gestión educativa que antes no tenían. Hay algunos que están formando equipos técnicos, apoyando a sus establecimientos, delegando facultades”.
En 2011, ya preocupaba la baja de los estudiantes municipalizados, matrícula que —se ha informado— se redujo un tercio en 10 años, cifra muy significativa ya que el sistema municipal reúne al 39% del total de los escolares a nivel nacional. “No creo que las mejoras en la educación pasen necesariamente por la desmunicipalización. Por el contrario, el hecho que existan 300.000 niños menos en enseñanza básica, es consecuencia de factores demográficos. Como existe mucha oferta, los alumnos emigran de los establecimientos que tienen más problemas y los colegios municipales poseen más problemas porque tienen una institucionalidad que les impide gestionar bien”.
Señalaba en el 2011, “si los establecimientos públicos tuviesen una mayor competencia para nombrar y seleccionar y desvincular a sus docentes con la misma libertad de los privados; si tuviesen equipos técnicos no politizados, creo que podrían funcionar de una mejor manera. Mi impresión es que se requiere buscar una institucionalidad mejor; sin embargo, la dependencia del establecimiento no tiene relación con la calidad. Más bien pasa por los recursos financieros, técnicos y por las competencias para poder realizar una efectiva gestión”.
Sergio Bitar y los problemas en la formación de los profesores
Fue ministro de Educación del Presidente Ricardo Lagos, y en su período se promulgó la reforma constitucional que estableció la enseñanza media como obligatoria y gratuita. Lo entrevistamos en dos oportunidades, mientras fue secretario de Estado y luego, en el año 2011. En esa oportunidad, nos dijo: “Fue un paso muy significativo, que nos permitió avanzar en otros frentes. Lo que se hizo en el período de la década del 90 al 2010 es de los avances más significativos en América Latina. Hoy los problemas son distintos”.
Sergio Bitar hizo un recuerdo a su gestión como secretario de Estado. “Mirando en perspectiva, se trata de un período ciertamente fructífero. Además, se buscó instaurar la Jornada Escolar Completa y avanzar en la evaluación de los profesores. Avanzamos en la ley de evaluación docente; sin embargo, quisiera que se extendiese a los colegios particulares subvencionados. Hasta ahora solamente afecta a los municipales”.
¿Y ahora qué? Con los cambios y avances que hemos tenido hasta ahora, dijo el exministro, “nuestra gran debilidad es la formación de los profesores. Si bien hemos avanzado, todavía falta”.
Por ejemplo, resaltó en esa oportunidad que sería bueno que la Prueba Inicia fuese obligatoria para aquellos docentes que estuviesen contratados por el Estado, algo que también se ha discutido aunque no se ha avanzado en ello. “Una medición como esa entrega una doble garantía, como asimismo, el hecho que las facultades de Pedagogía estén acreditadas. De esa manera, podemos contar con un control de ingreso, pero también de salida”, señalaba en el 2011.
Recordó también cómo en esa época (2003) Chile entraba por primera vez a ser evaluado en mediciones internacionales como las pruebas Pisa y Timms. “En el año 2005, se entró en la evaluación de los profesores de Matemática; de hecho, Chile fue el único país Latinoamericano que participó en esa medición”.
Sobre los resultados en esa época, dijo, no fueron muy alentadores, pero lo importante, rescata, fue el hecho de que por primera vez Chile se midió en pruebas internacionales.
Felipe Bulnes y la educación de calidad
Mientras era ministro de Educación (2011), el actual agente chileno ante La Haya, Felipe Bulnes, señalaba que como gobierno estaban convencidos “que la calidad de la educación es la piedra angular que define las oportunidades que un estudiante tendrá en su vida”.
En ese año se había promulgado la Ley sobre Aseguramiento de la Calidad que entregaba “herramientas concretas y efectivas para actuar en este ámbito, al crear la Superintendencia de Educación y la Agencia para la Calidad. Estas nuevas instituciones, y muy especialmente la Agencia, tienen entre sus facultades la de establecer estándares mínimos de calidad y aplicar mayores sanciones a establecimientos que muestren resultados deficientes reiterados, lo que incluye hasta el revocamiento del reconocimiento oficial”.
Harald Beyer sobre la educación chilena: “No creo que sea un desastre”
Antes de ser nombrado ministro de Educación en el año 2011 por el ex Presidente Sebastián Piñera, Harald Beyer se entrevistó con Revista Educar. En esa oportunidad dijo claramente: “No creo que la educación chilena sea un desastre como a menudo se simplifica en el debate, sobre todo atendido el hecho de que durante gran parte del siglo XX invertimos poco y mal en educación. Tuvimos un rezago muy grande que recién en las últimas décadas estamos comenzando a reparar y estamos todavía pagando las consecuencias. Dicho eso, aún nos falta mucho para avanzar en calidad y equidad”.
Mencionó un gran objetivo para la próxima década: “Alcanzar el nivel en las pruebas internacionales como PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE) y TIMSS que obtienen los países desarrollados de menor desempeño como Portugal o España. Eso significa subir en PISA del orden de 40 puntos. Para ello es fundamental aprovechar las reformas que se han realizado en el último tiempo. Por ejemplo, hacia 2020 deberíamos tener en todos los establecimientos muy buenos directores y no permitir que existiese ningún establecimiento que en cuarto básico tuviese, por ejemplo, menos de 230 puntos (un estándar inicial que luego puede comenzar a subirse). Al mismo tiempo, deberíamos tener funcionando por un buen rato un proceso de preparación y selección de nuestros docentes mucho más exigente”.
Estaba preocupado en esa fecha de potenciar la carrera docente. “Los actuales docentes deberían estar sometidos a una carrera docente más profesional, pero también más exigente que los motive a dar lo mejor de sí en las aulas distribuidas a lo largo del país. Me parece que un trabajo sistemático y bien enfocado, son metas posibles de alcanzar”.
Beyer destacaba en esa fecha lo importante que es la subvención escolar preferencial y el hecho de que se acababa de aprobar una legislación que les otorgaba más atribuciones a los directores en la gestión de los establecimientos.
Sobre nuevas normas y sistemas de medición
El exministro señalaba en esa entrevista el hecho de que la Ley de Aseguramiento de la Calidad le imponía a la agencia la obligación de informar otros indicadores de desempeño (tasa de retención, repitencia, egreso oportuno) y de procesos a partir de sus visitas inspectivas a los establecimientos. Explicaba que aquello iba “a enriquecer la información respecto de la marcha de los establecimientos educativos del país y también el proceso de deliberación de las distintas comunidades educativas. Pero el énfasis desde el punto de vista del control va a seguir estando en el SIMCE, pero no solamente en los promedios como ocurre hoy, sino en la dispersión al interior de los establecimientos para intentar evitar que algunos niños vayan quedando rezagados. El SIMCE no es el único indicador de calidad, pero es difícil pensar que en un establecimiento de muy bajo desempeño en esta prueba esté ocurriendo una experiencia educativa valiosa”.
¿Cuáles son los desafíos más urgentes del Ministerio de Educación?
1) Generar las condiciones para la calidad y equidad, creando un sistema fundado en la no discriminación de los estudiantes y basado en la colaboración entre los actores.
2) La profesionalización del sistema educativo, a través del desarrollo del liderazgo directivo y la Política Nacional Docente.
3) La consolidación de un Sistema de Aseguramiento de la Calidad en todos los niveles educativos, fundado sobre el apoyo y acompañamiento y centrado en el logro de los aprendizajes.
4) Fortalecer la educación pública en todos los niveles educativos, desarrollando políticas estructurales para una nueva educación pública y a través de una agenda inmediata y de corto plazo.
Fuente: Carlos Henríquez, director ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación.
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