Con una larga trayectoria, el grupo de música infantil Tiramizú se ha consolidado en su nicho. A través de entretenidas canciones buscan que los niños logren aprendizajes significativos. Y no podía ser de otra forma si las tres integrantes del grupo, son educadoras con una vasta experiencia en el trabajo con niños. 

Por Angélica Cabezas Torres

Catalina Kottmann, líder de Tiramizú, nos cuenta que mientras las tres trabajaban como educadoras y veían los resultados y el efecto que producían las canciones en la motivación y aprendizaje de los niños, decidieron aprovechar la experiencia, formar el grupo y grabar las canciones.

¿Cómo influye la música en el aprendizaje de los niños?

Está comprobado científicamente que el solo hecho de cantar estimula el cerebro de los niños. El niño modula, entona, expresa. Si a eso le agregas la rítmica, el vocabulario, el contenido de la historia, los juegos y coreografías, vemos que se puede lograr un aprendizaje bastante completo, pero cuando tú constatas el cambio anímico que se produce en  los niños a través de la música y las canciones y cómo ésta logra comunicar mucho más allá de las palabras, se confirma el poder de la música en el logro de aprendizajes significativos y duraderos, en forma natural, alegre y lúdica.

¿Cómo se puede fortalecer el desarrollo emocional de los niños a través de la música?

Nosotras lo hemos desarrollado a través de la historia de nuestras canciones, las que cuentan historias de personajes del imaginario infantil y también de animales que viven experiencias semejantes a las vividas por los niños, de manera que  ellos se puedan sentir identificados. Lo más importante es cómo estos personajes logran resolver los conflictos, porque es así como los niños rescatan enseñanzas y valores que pueden aplicar en sus propias situaciones de vida.

En las canciones están presentes temas para el autoconocimiento, para aprender a hacer amigos y para acoger y respetar a otros aceptando las diferencias. Es así como se logra  fortalecer la autoestima, la empatía y las habilidades sociales necesarias para una convivencia sana y enriquecedora, previniendo el cada vez más asentado bullying.

¿En qué aspectos hay que poner énfasis para que realmente la música ayude a crear un aprendizaje significativo y no sea una experiencia aislada?

Las canciones o las prácticas musicales se pueden y deben usar indistintamente durante la jornada escolar y en todas las asignaturas. Hay que elegir bien las canciones y juegos con los que se va a trabajar. Saber por qué y para qué estoy eligiendo la canción, ¿qué dice su letra?, ¿es sólo para entretener o se puede aprender a través de ella?, ¿entiendo lo que dice?, ¿qué puedo hacer con la canción?, ¿sólo cantar o expresarla corporalmente con algún gesto, baile, coreografía o juego? o ¿acompañarla con algún instrumento de percusión sencillo o tal vez alguno fabricado por los mismos niños?

Lo relevante es convertir la situación en algo lúdico que permita otra mirada, desde otro punto de vista y que conecte directamente con emociones y sensaciones placenteras, aprovechando de ejercitar el trabajo en equipo, el respetar turnos, el sentido del humor, la flexibilidad, y tantas otras habilidades, que solo en este tipo de prácticas es posible trabajar.

En pocas palabras…

• Niño: un papel en blanco.
• Música: comunicación enriquecedora.
• Emociones: reconocerlas.
• Aprendizaje significativo: verdadero aprendizaje.
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