Como parte de la reforma educacional el gobierno debiera enviar este año el proyecto que consagra la gratuidad universal en la educación superior, lo cual reemplazaría el actual sistema de becas y créditos.  En momentos que se conocen los resultados de las postulaciones de los alumnos a las universidades, entrevistamos a Sylvia Eyzaguirre, investigadora del Centro de Estudios Públicos (CEP), quien  reveló las importantes lecciones que nos dejó la PSU este año.

Por Marcela Paz Muñoz Illanes 

 ¿Cuáles  son los tres errores más graves que presenta nuestro sistema de admisión a las universidades?

Es difícil decir con precisión cuáles son los tres errores más graves, pero no cabe duda que dentro de las principales falencias de nuestro sistema de admisión están:

1. Una débil institucionalidad a cargo del sistema de postulación y admisión a las universidades. Actualmente el DEMRE, de la Universidad de Chile, está encargado de este sistema y es evidente que beneficia los intereses de las universidades y no a los estudiantes. Todos los instrumentos utilizados tienen enormes falencias. El informe de Pearson entregó 124 observaciones a la PSU, entre ellas la no comparabilidad entre las pruebas para cada subsector de ciencias naturales, la no comparabilidad de los resultados de la prueba de un año a otro, sesgos de género, socioeconómicos y curriculares (técnico-profesional), etc. La PSU es una prueba cara y técnicamente no cumple con los estándares internacionales de pruebas de este tipo. Por su parte, la fórmula del ranking y las notas de enseñanza media también tienen sesgos socioeconómicos, perjudicando a los estudiantes de niveles socioeconómicos bajos. Ambos instrumentos son fácilmente perfectibles, pero quienes administran este proceso no parecen interesados en mejorarlos. Mejorar la calidad de los instrumentos es fundamental, pero el problema de fondo es la institucionalidad que está a cargo, modificando ésta se resolverán los otros problemas.

2. Los tiempos que tienen los alumnos para postular. La decisión de estudiar en la educación superior es una de las más importantes en la vida de una persona y en Chile el tiempo que tiene un alumno para decidir por una carrera e institución una vez que conoce sus resultados en la PSU es muy corto. Un tiempo adecuado y buenos sistemas de información son claves para un proceso de esta naturaleza.

¿La PSU sigue incrementando la brecha entre los estudiantes de distintos estratos sociales?

La PSU no sigue incrementando la brecha entre los estudiantes de distintos estratos sociales, de hecho se observa en el tiempo una leve baja. Con todo, la diferencia entre alumnos de nivel socioeconómico alto y bajo es muy alto, que sugiere que la prueba podría tener un sesgo. Con todo, la PSU es sólo un instrumento y por más que se perfeccione no borrará las inequidades que existen entre nuestros estudiantes de nivel socioeconómico alto y bajo. Mientras no mejoremos la educación parvularia, básica y media, seguiremos observando grandes brechas en el nivel de desarrollo de las capacidades de nuestros estudiantes.

¿Cree que la reforma educacional está mal encaminada, al no resolver el problema y el grave déficit de la educación inicial?

El problema de la reforma educacional no son los puntos que ataca, sino las prioridades y los tiempos. En vez de invertir cuantiosos recursos en la formación parvularia, básica y media, el Gobierno decidió invertir estos recursos en educación superior. En vez de garantizar educación escolar gratuita en 10 años, nos vamos a demorar prácticamente 33 años, mientras que sólo 6 años en educación superior. En vez de partir por fortalecer la educación pública, partimos por la educación particular subvencionada. En vez de preocuparnos por la educación técnico-profesional, nos estamos preocupando de los arriendos y las compras de inmueble. Nadie niega que la inclusión social es un aspecto fundamental de la educación, pero hoy la urgencia está precisamente en los ámbitos que la reforma no toca.