Lograr tener un buen manejo del tiempo es sin duda un gran desafío, más aún en esta época en que todo parece ser “urgente” y en que la tecnología nos hace sentir que avanzamos a la velocidad de la luz. El mundo de la docencia no es una excepción a ello, ya que la tarea de ser profesor tiene múltiples exigencias; no sólo está la preocupación por dar clases, sino que también el planificarlas, corregir pruebas, coordinar reuniones, entre otros aspectos que muchas veces terminan siendo “tarea para la casa”.

A esto se le suman altos niveles de compromiso y responsabilidad que deben asumir respecto a la educación de cada uno de sus alumnos, tanto en el ámbito de los aprendizajes cognitivos como en su formación personal. Así lo afirma uno de nuestros entrevistados (pág. 13), “el trabajo de un profesor siempre es demandante, tanto a nivel intelectual como emocional. Pareciera que no puede cansarse ni tampoco estresarse”.

Sin embargo, es necesario darse el tiempo para desconectarse, reflexionar y descansar. Organizarse adecuadamente no sólo impacta positivamente el desempeño profesional, sino también la vida personal, disminuyendo, entre otras cosas, el estrés y mejorando las relaciones con los colegas, amigos y familiares.

La presente edición pretende ser un aporte en esta materia, abordando desde la contingencia hasta la investigación de metodologías y prácticas que apunten a mejorar la calidad de vida de nuestros profesores.

Editorial Revista Educar Julio de 2013