Suscríbete a nuestra revista y podrás leer el contenido exclusivo online
Regístrate y accede a la revista0
Señor Director:
Leímos en “El Mercurio” del sábado un excelente artículo del Dr. Otto Dörr titulado “Educación y lenguaje”. Luego de analizar varias posibles causas de nuestros problemas en la educación, en lo esencial sostiene el Dr. Dörr: “Hay una razón más profunda que explica la crisis del sistema educacional: la paulatina descomposición del lenguaje hablado”.
Al día siguiente, en la misma sección, Pablo Rodríguez Grez con especial lucidez muestra cómo el tema de la familia se ha descuidado entre nosotros: “El paulatino debilitamiento de la familia matrimonial parece constituir la tónica de nuestro tiempo en materia legislativa”. El texto concluye afirmando que en nuestros días lo que se pretende hacer en ese plano “es meramente coyuntural y sirve a otros propósitos”.
Estos dos artículos vale la pena leerlos con detención y relacionarlos. Tocan dos temas —quizá de los más delicados— de nuestra vida como país: la familia y el lenguaje. Dos realidades que en los últimos años han sido desfondadas a vista y paciencia de muchos de nosotros. Chile está hoy en una inigualable posición para crecer en todos los planos: un ambiente muy optimista, no sólo por el fútbol, un buen equipo de gobierno, que quiere jugársela por el país, que muestra decisión para dar los pasos que hay que dar, piénsese nada más en la clara voluntad por controlar la delincuencia o en la voluntad resuelta por hacer una inflexión en educación, dos temas particularmente urgentes. Pero hay temas importantes y propios de una gran política de Estado. Entre ellos, la familia y el lenguaje debieran ser, en efecto, objeto de más cuidado.
Aníbal Vial E.
Presidente Ejecutivo grupoEducar.
Descargar material pdf aquí
Revisa nuestro contenido en todas las plataformas desde un teléfono hasta nuestra revista en papel.
Mantengamos la conversación, búscanos en twitter como @grupoEducar
Tweets by grupoEducarIngresa a nuestra comunidad en Facebook y profundicemos el debate.