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Regístrate y accede a la revistaEl 2016 ha sido un año de fuertes emociones para la actriz Paz Bascuñán, inició con el éxito rotundo en el protagónico de la película "Sin Filtro", y en abril perdió a su querido abuelo Patricio Aylwin.
Mientras cambian el set para continuar con las grabaciones de “Preciosas”, la nueva teleserie nocturna de Canal 13, la actriz Paz Bascuñán se da unos minutos para conversar con nosotros, sobre su
época de estudiante y sobre las enseñanzas que le dejó su abuelo Patricio Aylwin.
—¿Cómo recuerdas tu época de estudiante?
—Demasiado feliz, una de las etapas más felices de mi vida. Estudiaba en el Saint George’s, un colegio muy entretenido, donde te podías desarrollar en distintas áreas. Participaba en teatro, scout, revista, taller literario… había muchas posibilidades de desarrollo.
—¿Recuerdas algún profesor con especial cariño?
—A Oriana Martínez. Ella fue una maravillosa profesora, era la maestra de la academia de teatro. Tanto me marcó que terminé siendo actriz. También estaba Nancy Cubillos, mi profe de Castellano, la recuerdo con un amor profundo por las letras, y a Morrison, mi profesor jefe en la
media. Había grandes maestros en mi colegio, que amaban lo que hacían.
—¿Cuándo y cómo te diste cuenta de que lo tuyo era la actuación?
—Cuando salí del colegio postulé a Literatura, a Teatro y a Psicología. Entré a Literatura y después me cambié. Estudiaba en el Campus Oriente de la UC y me topaba con la gente de teatro y la verdad es que me pasaba la mitad de la hora de clases mirando para el patio, para ver cómo hacían los estudiantes de teatro los ejercicios y los montajes. Me dije: “Uf, parece que eso es lo mío”.
—¿Qué te dijo tu abuelo Patricio cuando le contaste que serías actriz?
—Hubo siempre mucha libertad en mi familia. Se respetaban las opciones de los otros más allá de las aprensiones o de lo que cada uno pudiera pensar. Nunca recibí un comentario adverso de parte de mi abuelo. Él siempre fue una persona extremadamente respetuosa de las decisiones de los otros y tampoco era una persona de andar dictando cátedra, no se metía mucho en tus decisiones, no por desinterés sino por respeto.
—¿Cómo recuerdas a tu abuelo?
—Lo recuerdo con un amor profundo y siento que él tenía una sencillez extraordinaria y un respeto por el otro. Muy austero, muy gozador de las cosas simples. Su tema nunca estuvo en lo material sino en lo espiritual, en el mundo de las ideas. Era una persona súper sensible, que le afectaba el dolor del resto. La verdad es que yo solo tengo palabras de admiración, amor, respeto y cariño para mi abuelo.
—¿Has tenido un día “Sin filtro”?
—Sí, soy bastante sin filtro. No me guardo las cosas, con la vida he ido aprendiendo que hace mal guardarse las cosas por pequeñas que sean. Ahora, no soy de explosiones, como voy drenando día a día, es raro que tenga una explosión de un malestar acumulado y estalle de mala manera. En general, soy bien directa y franca, pero usualmente no molesta mi franqueza, yo creo que tengo buena forma de decir las cosas.
EN POCAS PALABRAS
Educación: base.
Televisión: entretención.
Sin filtro: libertad.
Redes sociales: agobio.
Patricio Aylwin: amor.
Política: necesaria.
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